Teníamos muchas ganas de que llegaran las lluvias para que refrescaran un poco este ambiente veraniego que todavía nos acompaña, pero nos ha jugado una mala pasada. Cuando hoy he llegado al cole y he abierto mi clase... me he encontrado unos libros arrugados y con toda la pintura verde que con tanta ilusión pintamos el viernes, convertida en una mancha descolorida.
Al parecer, la limpiadora dejó la ventana abierta para que se secara el suelo y mientras limpiaba otras dependencias del centro cayó ese gran aguacero del viernes por la tarde. La mujer se ha disculpado por ese pequeño incidente, pero ya poco se puede hacer.
Se lo he explicado a los niños y niñas de forma que lo entendieran (puede que alguno lo haya contado en casa) y de esto vamos a sacar algo positivo "el cuidado de los libros". Hemos hablado que los libros son de papel y que el agua los estropea y que con lo mayores que somos y lo bien que trabajamos estos libros van a quedar preciosos cuando acabe la quincena.
Cada día es una sorpresa, nunca sabemos que nos vamos a encontrar.
Hasta mañana.
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